Las sobredosis ocurren cuando una persona consume demasiados opioides, usa una peligrosa combinación de opioides con alcohol o toma otra sustancia, como una pastilla para dormir o un ansiolítico. En un caso de sobredosis de opioides, los labios o las puntas de los dedos pueden tornarse azules. La respiración se se vuelve más lenta y la persona podría dejar de respirar. La persona no responde a los estímulos y pierde el conocimiento.
Uno de los motivos por el que las sobredosis de opioides son peligrosas es que la persona no se da cuenta de lo que está sucediendo. Hay formas de comprobar si una persona está sufriendo una sobredosis de opioides.
Recuerde: no entre en pánico. Si tiene alguna duda, LLAME AL 911 DE INMEDIATO.
La persona no responde
Quien sufre una sobredosis podría estar inconsciente o dar la impresión de estar quedándose dormido. Si la persona parece estar dormida, si no puede responder a las preguntas o si no reacciona cuando la llama por su nombre o intenta despertarla, es posible que haya sufrido una sobredosis.
Tiene problemas para respirar
Uno de los efectos de los opioides es que vuelve la respiración más lenta. Si se consumen demasiados opioides, la respiración puede volverse más lenta y dificultosa e incluso detenerse. Es posible que alguien que sufre una sobredosis ni siquiera se dé cuenta de lo que le está sucediendo.
Su pulso se vuelve débil o frágil
Intente encontrar el pulso en la muñeca o el cuello de la persona.
Los síntomas adicionales incluyen:
Las personas que sufren una sobredosis de otras drogas, como la cocaína o la metanfetamina, tienen síntomas muy diferentes. Si sospecha que alguien que usa ese tipo de drogas ha tenido una sobredosis, llame al 911. Si bien la naloxona no detiene ese tipo de sobredosis, no le hará daño administrársela a la persona si no sabe qué sustancias consumió.